Energía

Graciela Domínguez López
Directora de la empresa Operadora de Energía Universitaria UDG.
Cursó la Maestría en Administración de la Energía y sus Fuentes Renovables, en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Representante de la Universidad de Guadalajara en la Junta de Gobierno de la Agencia de Energía del Estado de Jalisco.

En la presente contingencia sanitaria, derivada de la epidemia mundial ocasionada por el COVID-19, el consumo eléctrico en el país, y en nuestro estado, se vio disminuido considerablemente, y de manera intermitente, por la interrupción de la operación de los grandes consumidores industriales y comerciales, quienes representan más del 70% de los consumos de energía eléctrica en el estado.

Esta disminución y variación de continuidad de los consumos eléctricos generaron problemas técnicos para las Redes del Sistema Eléctrico Nacional, por lo cual las autoridades se vieron orilladas a enfrentar una situación complicada con necesidad de solución inmediata y sin tiempo para consenso con los actores involucrados en el sector eléctrico del país. En este estado de emergencia, el día 29 de abril de 2020, el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) emitió el Acuerdo para garantizar la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional, con motivo del reconocimiento de la epidemia de enfermedad por el Virus SARS-CoV2 (COVID-19).

Las decisiones tomadas tuvieron repercusiones inmediatas para los principales actores del ámbito energético y plantean, además, problemáticas sostenidas a mediano plazo para toda la población usuaria de energía eléctrica.

En Jalisco, durante el mes de abril, al igual que en el resto del país, la contingencia detuvo la operación de la industria y comercio, y esto ocasionó que en dos días consecutivos (28 y 29) hubiera 2 reducciones súbitas de 410MW y 460MW en las subestaciones de Atequiza y Zapotlán, mismas que dan suministro a la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Las reducciones presentadas equivalen en conjunto a la energía requerida por:

Cabe resaltar que este tipo de fallas, en condiciones y magnitud similar, se presentaron a lo largo de todo el territorio nacional.

Lamentablemente, la solución inmediata determinada por las autoridades en materia eléctrica fue detener la operación de las centrales de energía renovable en el territorio nacional; ya que la producción de este tipo de energía no es constante, y en situaciones de poca demanda esta variabilidad de potencia contribuye a incrementar el problema de inestabilidad eléctrica en las redes del Sistema Eléctrico Nacional.

Si bien esta medida puede ser considerada como “técnicamente justificada”, detonó importantes problemas económicos en el sector de las energías renovables, afectando considerablemente la confiabilidad de las inversiones en la incipiente Transición Energética en México.

En Jalisco, el sector de las energías renovables, aunque es aún reducido, ha tenido un crecimiento importante a partir de 2015, debido a las excelentes condiciones climáticas de la región para la producción de energía, principalmente fotovoltaica y eólica.

En términos generales, la situación de energía eléctrica en Jalisco, aunque se considera estable, está lejos de poder ser considerada como “particularmente envidiable”. Somos el estado más deficitario en el país, respecto a generación propia de energía eléctrica. Solamente se genera en la región el 4% de nuestros consumos. Esto nos define como un estado energéticamente vulnerable, siempre sujeto a las condiciones de generación de energía de los demás estados.

Fig. 1: Balance entre generación y consumo eléctrico por entidad federativa

Fuente: Agencia de Energía del Estado de Jalisco AEEJ (2020)/Jalisco Recargado, Plan Estatal de Energía.

De ese mínimo 4% que se produce en el estado, cerca de la tercera parte proviene de energía fotovoltaica y eólica de Zacoalco de Torres y la región de Los Altos, donde actualmente operan 4 proyectos terminados.

Fig. 2: Producción de energía en Jalisco

Fuente: Agencia de Energía del Estado de Jalisco AEEJ (2020)/Jalisco Recargado, Plan Estatal de Energía / Referencia Inventario Nacional de Energías Limpias (INEL)2019

Adicional a estos proyectos que ya están en operación, dos proyectos se encontraban en etapa de construcción o pruebas preoperativas durante el periodo de contingencia sanitaria por el COVID-19. Esos proyectos en construcción fueron detenidos en su avance; y no es muy clara la fecha o las condiciones técnicas en que las autoridades permitan la continuidad de sus procesos.

Tabla 1:  Proyectos detenidos por Acuerdo publicado el 29 de abril 2020

Fuente: Agencia de Energía del Estado de Jalisco AEEJ (2020)/Jalisco Recargado, Plan Estatal de Energía / Referencia Inventario Nacional de Energías Limpias (INEL)2019

Las afectaciones que se derivan de este hecho tienen implicaciones negativas en los ámbitos financiero, ambiental, social y político.

Financieramente, además del daño causado a los propietarios por la demora de activación de rendimientos de su capital de inversión, el mensaje de incertidumbre y riesgo que esta acción envía al mundo sobre la frágil situación del incipiente mercado eléctrico mexicano, sin duda, tendrá consecuencias importantes en el interés de inversiones extranjeras y mexicanas en el sector de la generación eléctrica renovable.

Ambientalmente, esta situación vuelve inviable el cumplimiento de reducciones de CO² tomadas en compromiso de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París, lo que puede provocar reprobación y posibles litigios climáticos a nivel internacional. La gravedad de este tema dependerá del tiempo que dure vigente esta medida de suspensión.

Socialmente, la reducción de energía renovable en la mezcla energética del estado y el país inevitablemente ocasionará incrementos en las tarifas de energía eléctrica del servicio de suministro. Esto debido a que gran parte del costo de las tarifas se ve afectado directamente por el costo de producción de la energía, siendo que la energía renovable tiene un costo de producción cercano a cero, factor que ninguna otra fuente de generación puede igualar; por esa razón, es imprescindible su participación en la mezcla energética del país para contrarrestar así los incrementos que pudieran tener los costos de energía por la variabilidad del precio de los hidrocarburos.

Se prevé que derivado de esta acción de suspensión de operación de plantas de energía limpia, en los meses próximos se incrementen los costos del recibo de energía eléctrica en industria y comercio, así como en las tarifas domiciliares que deberán tener también su consecuente incremento, o un incremento en el subsidio que da el gobierno (obviamente con dinero de nuestros impuestos), para poder mantenerlas en el mismo costo.

En el ámbito político, el único matiz positivo de todo esto puede ser el hecho de que las autoridades federales y estatales volteen a ver la situación de la endeble transición energética del país, y que más allá de la división partidista que la situación del COVID-19 parece haber generado en el sector político mexicano, se establezcan acuerdos de participación interestatal para afrontar la problemática de esta transición.

Para asegurar la continuidad de la transición energética en Jalisco es imprescindible fortalecer la cooperación entre entidades de gobierno, académicas y productores y consumidores de energía de la iniciativa privada.

El sector eléctrico en el estado, en el país y en el mundo cada vez tiene más componentes multidisciplinarios para su correcto funcionamiento. Además del innegable contenido técnico/mecánico que conlleva la generación de energía eléctrica; cada vez resultan más importantes las especializaciones financieras, legislativas y ambientalistas que complementen la mezcla del avance exitoso de la transición energética en el mundo.

En el estado, las instituciones educativas públicas y privadas deben contribuir a la formación de especialistas de alto nivel para el análisis y la atención multidisciplinaria requerida por el sector eléctrico.

La iniciativa privada ha formado importantes agrupaciones civiles y empresariales que integran un frente común para la activación de las cadenas productivas de la región en temas de energía eléctrica. Sin embargo, existe aún mucha división en el gremio al momento de la toma de decisiones comunes.

Recientemente, Jalisco cuenta con la Agencia de Energía del Estado, que ha sido un organismo público pionero en el país para la atención de los problemas del sector energético jalisciense, y la promoción de la integración y trabajo en equipo de todos los participantes de la transición energética.

Es importante resaltar que estas agrupaciones y acciones de interacción entre gobierno, academia e iniciativa privada sólo tienen razón de ser si se vuelven mecanismos útiles para el empoderamiento del usuario consumidor de la energía eléctrica, quien es el actor más importante del sector eléctrico en el estado y el país, y quien a su vez, es el responsable del correcto uso y aprovechamiento de la energía para la continuidad de cadenas productivas y el aseguramiento de la calidad de vida de nuestra sociedad y generaciones futuras.