Población

Alejandro I. Canales Cerón
Profesor investigador del Departamento de Estudios Regionales-INESER del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara. Investigador Nacional nivel 3, Sistema Nacional de Investigadores, Conacyt.

Patricia Noemí Vargas Becerra
Jefa del Departamento de Salud Pública de Centro Universitario de los Altos de la Universidad de Guadalajara.

El concepto de vulnerabilidad sociodemográfica permite poner el acento, precisamente, en las condiciones sociodemográficas de la diferenciación social (Canales, A. 2007; Vargas, P., Gutiérrez, E., y Canales, A. 2019), en este caso, en las condiciones sociodemográficas como factores de configuración de una diferenciación en los riesgos y vulnerabilidades de los diferentes sujetos sociales frente a situaciones de emergencia, como lo es el caso actual de la pandemia por la enfermedad de coronavirus (COVID-19).

Con base en este acercamiento conceptual de la vulnerabilidad y riesgos sociales, podemos operacionalizar un esquema de análisis para entender y dimensionar la configuración de espacios, prácticas y condiciones de vulnerabilidad sociodemográfica frente a la actual situación de contingencia sanitaria que se vive en México y en Jalisco a raíz de este contexto.

En particular, la tesis subyacente es que las diferencias sociales y demográficas conforman un marco de diferenciación y desigualdad social frente a esta contingencia sanitaria, dando como resultado diversos contextos de vulnerabilidad y riesgo de cada sujeto social y demográfico.

En particular, podemos señalar que esta situación particular estaría determinada con base en la configuración de diferentes procesos y estructuras que se articulan en las siguientes dimensiones o campos sociales:

  • La estructura social y económica como evidencia de diferenciación y desigualdad, así como de la conformación de los diferentes estratos y clases sociales. No sólo se trata de diferencias sociales de clase, género, generación, etnia y contexto geográfico, sino también de integración social, mercados de trabajo y regímenes de bienestar.

  • El contexto institucional que alude al gobierno y las políticas públicas, así como los sistemas de protección y seguridad social, incluyendo la infraestructura y recursos humanos en materia de salud.

  • La estructura familiar, tomando en consideración el perfil y estructura sociodemográfica de la familia y el hogar (tamaño, composición, condiciones de habitabilidad, tipo y clase de familia y hogar, entre otras).

  • Las condiciones sociodemográficas de los sujetos, que consideran el perfil sociodemográfico de los individuos (sexo, edad, escolaridad, estado civil, condiciones de empleabilidad, ingreso, condición étnica, condición migratoria, entre otras).

  • Por último, los patrones biológicos y conductuales que consideran la situación de salud-enfermedad de los individuos y sujetos sociales, en términos de condiciones de riesgo social, el cual se puede determinar con base en cuatro aspectos:

En la medida en que se combinan y articulan en cada caso estos diferentes aspectos (estructura social y económica, contexto institucional, estructura familiar, perfil sociodemográfico y patrones biológicos y conductuales) se configurarán las diferentes situaciones de vulnerabilidad y riesgo de cada sujeto social frente a la actual pandemia de enfermedad por COVID-19. El siguiente diagrama esquematiza e ilustra este modelo de análisis propuesto.

Partiendo de este marco, analizaremos dos ejes relevantes en esta situación de pandemia por COVID-19 y que resultan pertinentes para el diseño e implementación de estrategias de intervención, a saber: la estructura por edad de la población y de los casos confirmados, y los patrones de movilidad de casos confirmados.

I. Estructura por edad

En los países donde se han desarrollado pruebas de diagnóstico con mayor cobertura, desde la etapa inicial de la epidemia, como el caso de Alemania, Canadá y Corea del Sur, se han identificado que las mayores tasas de infección inicial se dan en jóvenes y adultos, quienes tienen una mayor movilidad.

En este sentido, se puede observar que en México y Jalisco, también las mayores tasas de incidencia se han dado, hasta ahora, entre la población joven y adulta.

Se considera que en España e Italia la concentración de casos en adultos mayores, quienes son la población más vulnerable, ha sido el resultado del alto grado de cohabitación intergeneracional, lo que ha provocado en un segundo momento que la mayor tasa de incidencia se dé en el grupo de adultos mayores, quienes presentan mayores condiciones de vulnerabilidad frente al contagio y sus consecuencias, dadas las condiciones de comorbilidad que presenta esta población.

Así, por ejemplo, vemos que en el caso de España la tasa de incidencia entre los adultos mayores es prácticamente el doble de la que prevalece entre la población joven y adulta (20-59 años). En el caso de México y Jalisco, sin embargo, las tasas de incidencia de la población adulta mayor aún no supera a la de la población joven y adulta.

Tasa de incidencia de COVID-19


(casos por 100mil habitantes, según grandes grupo de edad)

Fuentes: Elaboración propia con base en Casos Confirmados a enfermedad por COVID-19. México, SINAVE/DGE/InDRE, Corte: 29 de Marzo del 2020 a las 13:00 horas. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/544086/Tabla_casos_positivos_COVID-19_resultado_InDRE_2020.03.29.pdf
CONAPO, Proyecciones de la población de México, y de las entidades federativas 2016-2050. https://datos.gob.mx/busca/dataset/proyecciones-de-la-poblacion-de-mexico-y-de-las-entidades-federativas-2016-2050
Actualización no 55. Enfermedad por el coronavirus (COVID-19). 25.03.20 (datos consolidados a las 21:00 horas del 24.03.2020), Gobierno de España, Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/documentos/Actualizacion_55_COVID-19.pdf

En el país y el estado las mayores tasas de incidencia se han presentado inicialmente entre la población joven y adulta. Sin embargo, y considerando que la cohabitación de jóvenes y adultos con adultos mayores es aún mayor que la observada en dichos países, es esperable el incremento de casos entre la población adulta mayor.

Se trata de una población altamente vulnerable, y en donde se dan las mayores tasas de letalidad de esta enfermedad. Así, por ejemplo, en el caso de España, vemos que la tasa de letalidad entre los adultos mayores es más de un 8.3%, cifra que es más de 20 veces superior a la que prevalece en los jóvenes y adultos.

Por lo mismo, estamos en el momento adecuado para implementar diversas medidas que reduzcan la exposición de esta población al riesgo de contagio, como la inmovilidad y el aislamiento social, así como campañas de información, atención y vigilancia epidemiológica (centrada en la ampliación de cobertura de pruebas y con el fin de identificar los casos e interrumpir las cadenas de contagio) para contener la epidemia y proteger a este estrato demográfico.

En todo caso, un elemento a favor con el que cuenta México y Jalisco es que, a diferencia de España y otros países desarrollados, la estructura etárea es aún de una población joven y adulta, en donde los adultos mayores de 60 años representan menos del 12% del total de la población, cifra que contrasta sustancialmente con el caso de España, Italia y Alemania, en donde más un cuarto de la población tiene más de 60 años (ver anexos)

Patrones de movilidad

El patrón de movilidad de las poblaciones es un factor que contribuye a la expansión del virus y la enfermedad.En este sentido, los datos para México y Jalisco muestran que los primeros casos detectados corresponden a personas jóvenes que habrían contraído la enfermedad en el extranjero.

De hecho, a nivel nacional, aún hasta el 29 de marzo de 2020, 54% de los casos confirmados corresponde a contagios importados y 46% a contagio comunitario. En Jalisco esta proporción es aún más marcada, de tal forma que los casos importados representan a casi 7 de cada 10 personas y sólo 3 de cada 10 son por contagio comunitario.

Esta menor proporción de casos comunitarios en Jalisco podría deberse a la temprana adopción de medidas de distanciamiento e inmovilidad social, acompañadas de medidas sanitarias y de cuidado de la higiene personal.

Además de lo anterior, el modo de contagio es diferente según los grupos etáreos, lo cual puede explicarse por el distinto grado de movilidad y exposición de cada grupo demográfico. Al respecto, se observa que a nivel nacional, entre los jóvenes menores de 35 años, el contagio se ha dado preferentemente por fuentes importadas (63%), contrastando con la situación de la población adulta y adulta mayor, en donde el contagio se presenta en proporción similares entre el origen importado y comunitario. Asimismo, en el caso de Jalisco, en todos los grupos etáreos predomina el contagio importado, aunque, sin embargo, se aprecia que en el grupo de mayor de edad, esta proporción es relativamente menor.

Fuente: Elaboración propia con base en Casos Confirmados a enfermedad por COVID-19. México, SINAVE/DGE/InDRE, Corte: 29 de Marzo del 2020 a las 13:00 horas. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/544086/Tabla_casos_positivos_COVID-19_resultado_InDRE_2020.03.29.pdf

Estos datos corroboran dos hechos relevantes a tomar en cuenta. Por un lado, la mayor exposición de los adultos y adultos mayores a contagios comunitarios, los que se originan por los patrones de cohabitación intergeneracional. Esto hace que en un mismo espacio familiar, coexistan individuos con patrones de alta movilidad, y por tanto con más exposición a riesgos de contagio, con adultos mayores que aunque no tienen movilidad territorial, por lo tanto, quedan expuestos igualmente a contagios por su interacción cotidiana con generaciones más jóvenes.

Por otro lado, esto mismo refuerza la necesidad de implementar medidas de contención de la movilidad de las poblaciones y de distanciamiento social, para, de ese modo, mitigar la exposición a contagios de personas en grupos de riesgo, como los adultos mayores y quienes presentan perfiles de comorbilidad (diabetes, obesidad, hipertensión, entre otras).

Bibliografía

Canales, Alejandro I., 2007. “La demografía latinoamericana en el marco de la postmodernidad”. Revista Latinoamericana de Población, Año 1, No. 1, Julio-diciembre. Asociación Latinoamericana de Población, pp. 17-33. México.

Vargas, P., Gutiérrez, E., Canales, A., 2019. Población y territorio en Acosta, A. et al. (2019). Jalisco a futuro 2018-2030: Construyendo el porvenir. Vol. I. Diagnósticos. Editorial Universitaria. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México. Pp. 460-512.

Canales, Alejandro I., 2007. “La demografía latinoamericana en el marco de la postmodernidad”. Revista Latinoamericana de Población, Año 1, No. 1, Julio-diciembre. Asociación Latinoamericana de Población, pp. 17-33. México.
Vargas, P., Gutiérrez, E., Canales, A., 2019. Población y territorio en Acosta, A. et al. (2019). Jalisco a futuro 2018-2030: Construyendo el porvenir. Vol. I. Diagnósticos. Editorial Universitaria. Universidad de Guadalajara. Guadalajara, México. Pp. 460-512.